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viernes, 23 de enero de 2015

23 de Enero Fin de la Dictadura de Pérez Jiménez.

Marcos Evangelista Pérez Jiménez
Marcos Evangelista Pérez Jiménez fue un mariscal y estadista, venezolano nacido el 25 de Abril de 1914 y fallecido el 20 de septiembre de 2001 en Alcobendas, España. Fue el 46º presidente de Venezuela, país que gobernó mediante una dictadura que terminó en su derrocamiento en 1958. El fin de su gobierno se considera el inicio de la era democrática del país. Aunque años después de su derrocamiento, los seguidores de Marcos Pérez Jiménez, no han estado de acuerdo con las políticas de gobierno que llevaron a la nación venezolana a una crisis política, social y económica desde 1959 por parte de los partidos Puntofijistas, lo cual dió origen a una corriente o postura llamada Perezjimenismo como una forma de gobierno ideal por los objetivos del Nuevo Ideal Nacional.
Familia de Marcos Evangelista Pérez Jiménez
Hoy se cumplen 57 años de aquel día donde los venezolanos derrotaron aquella dictadura, la política de grandes obras suntuarias, costosas importaciones, despilfarro y peculado, terminó por llevar al gobierno a la quiebra fiscal. A poco menos de diez años del derrocamiento del presidente Rómulo Gallegos una conjunción de fuerzas militares, políticas y populares dieron al traste con el régimen dictatorial de Marcos Pérez Jiménez, cuya obra material modernizadora nunca pudo justificar la supresión total de las libertades y de los derechos humanos. Se iniciaba el 23 de Enero la era de la democracia representativa venezolana, sustentado en el denominado Pacto de Punto Fijo, suscrito ese mismo año.
Esto afectó también a los sectores de la economía privada, a los bancos, el comercio, la industria. Estos sectores, ligados íntimamente a los ingresos del gobierno, eran acreedores de la dictadura y necesitaban cobrar sus deudas. El desbarajuste y la falta de pago fue causa principal para que la burguesía, al principio adicta al dictador, terminara por ser partidaria de su derrocamiento.
El malestar y el descontento contra la dictadura se fueron extendiendo a todos los sectores. En el Ejército se comenzó también a conspirar contra el régimen. El Partido Comunista y URD iniciaron en la clandestinidad la constitución de una "JUNTA PATRIOTICA" con el propósito de coordinar la acción de todos los partidos y grupos que luchaban contra la dictadura. A esta Junta se incorporaron más tarde los partidos Acción Democrática y Copei, con lo cual el frente político se fundió en un gran movimiento unitario de todos los sectores que aseguró el triunfo contra Pérez Jiménez.
"Pocas veces ha habido un consenso Político tan generalizado como el que se oponía a fines de 1957 al gobierno de Pérez Jiménez. La estricta censura hacía difícil tomar conciencia de esta realidad en forma concreta; pero ella existía. Podemos decir que todos los partidos políticos, los sectores sociales más diversos, todo el mundo estaba contra la dictadura. El Partido Social Cristiano Copei que apoyó el derrocamiento de AD pensando que "Copei es la solución", veía esfumar sus esperanzas y buscaba otro camino hacia el poder. La pastoral de Monseñor Arias indicaba una posición del clero contraria al gobierno. La situación económica ponía a una parte de la burguesía a dudar y a otra a hacer oposición. Los partidos populares y democráticos, los obreros, campesinos, estudiantes y capas medias, estaban en la oposición desde el mismo 24 de noviembre. De tal manera que en 1957 puede decirse que sólo un minúsculo grupo de vende patrias y corrompidos están de acuerdo y respaldan incondicionalmente la política terrorista de la camarilla militar-civil de Pérez Jiménez".
Pérez Jiménez
Otra circunstancia favorable al movimiento contra la dictadura, fue el vencimiento del período previsto en la propia constitución de la dictadura, para elegir al Presidente de la República por voto directo y secreto. El movimiento contra Pérez Jiménez utilizó correctamente esta circunstancia y planteó que el gobierno convocara a elecciones, tal como lo ordenaba la constitución sancionada en 1953. Todas las fuerzas de oposición estaban a la expectativa ante el hecho concreto de que el gobierno estaba obligado a una consulta electoral. Y Pérez Jiménez y sus consejeros no lograron resolver favorablemente este problema.
La dictadura no quería nada con elecciones; no olvidaba la experiencia del año 52 cuando el pueblo votó en contra de los candidatos del gobierno.
En esta situación y para evadir el mandato constitucional, la dictadura llamó a un plebiscito confeccionado de tal manera que sólo se podía elegir a Pérez Jiménez. El plebiscito resultó un fraude que rebosó la paciencia del pueblo y condujo a la jornada del 23 de enero de 1958 que puso fin a la dictadura.
Pérez Jiménez, en noviembre de 1948 es uno de los principales responsables del derrocamiento del Presidente Rómulo Gallegos. Entra, entonces, como miembro de la Junta Militar de Gobierno y Ministro de la Defensa. En 1950, a raíz del asesinato del Presidente de la Junta, Carlos Delgado Chalbaud, asume la presidencia el Dr. Germán Suárez Flamerich, conservando Pérez Jiménez su posición, pero con mayor control.
En 1952 desconoce el resultado de las elecciones generales, en las que había triunfado el Partido Unión Republicana Democrática, dirigido por el Dr. Jóvito Villalba, y se declara en ejercicio de la presidencia de la República, a través de la SN (Seguridad Nacional), un cuerpo autónomo dirigido por Pedro Estrada, hombre de entera confianza de Pérez Jiménez, se encargó de controlar y silenciar a los dirigentes de la oposición, procurándoles cárcel y las más despiadadas torturas. Gobernó dictatorialmente hasta 1958.
El 23 de enero de 1958 es derrocado el gobierno del General Marcos Pérez Jiménez, mediante un movimiento cívico-militar. El dictador tachirense se había entronizado desde 1952.
Dentro de las Fuerzas Armadas los sectores más institucionalistas veían con preocupación el creciente poder del aparato policial represivo del dictador. Esto significaba pérdida de prestigio en la institución armada que aparecía comprometida de hecho con los desmanes del régimen. El primero de enero de 1958 se produjo el primer intento de rebelión militar contra Pérez Jiménez. El movimiento encabezado por el Coronel Hugo Trejo contó con la participación de un buen número de oficiales de la guarnición de Caracas y de Maracay, principalmente de las Fuerzas Aéreas. Este levantamiento militar fracasó y sus principales dirigentes fueron detenidos por el gobierno.
Sin embargo, a partir del primero de enero la crisis interna de la dictadura se hizo cada día más grave. Se produjeron nuevos brotes insurreccionales en las fuerzas armadas y el movimiento popular se manifestó con más vigor en la lucha contra el dictador. Se acentuó la represión; las cárceles se llenaron de presos políticos; fueron cerrados los liceos y reprimido el movimiento estudiantil.
Pero el movimiento popular iba en ascenso. Densos sectores sociales se incorporaban activamente a la lucha: intelectuales, médicos, abogados, profesores, ingenieros, suscriben manifiestos de denuncia contra el régimen. En las calles se suceden manifestaciones y mítines. A mediados de enero la Junta Patriótica llamó a la huelga general para el día 21. El paro se cumplió a cabalidad y en muchos sitios de Caracas se produjeron enfrentamientos con las fuerzas del gobierno. En la noche del día 22, la Marina de Guerra y la Guarnición de Caracas se pronunciaron contra la Dictadura; y Pérez Jiménez, privado de todo apoyo en las Fuerzas Armadas, huyó en la madrugada del 23 de enero, rumbo a Santo Domingo.
Junta Militar

La caída de la dictadura de Pérez Jiménez marcó el comienzo de uno de los períodos más interesantes de la historia contemporánea de Venezuela. Después del 23 de Enero de 1958 asumió el poder la Junta De Gobierno que dirigió el proceso político del país hacia el establecimiento de un régimen constitucional, esta junta estuvo presidida por el Contraalmirante Wolfang Larrazabal.
Derrocado en la madrugada de ese 23 de enero, viajó al exterior (República Dominicana) a bordo de «La Vaca Sagrada».
Pérez Jiménez estuvo en República Dominicana, hasta que se radicó en los Estados Unidos. Rómulo Betancourt, durante su Gobierno, logró la extradición del Dictador y aquí se le siguió un prolongado juicio, que terminó con la sentencia condenatoria por un período menor que el que llevaba detenido, por lo que salió en libertad y voló a Madrid.
En esta capital aceptó la postulación como candidato a Senador por el Distrito Federal en las elecciones de 1968, resultando electo por un número considerable de votos. En 1969 la Corte Suprema de Justicia anuló la elección de Pérez Jiménez para el Senado, esgrimiendo como principal argumento que P.J. no se inscribió en el Registro Electoral ni votó en las mismas elecciones.
Disturbios el 23 de Enero
El 23 de enero de 1958 se considera un triunfo del pueblo. Ese día, turbas enardecidas salieron a las calles, en todo el país, a celebrar la caída del régimen y a tratar de acabar con los funcionarios que se habían ensañado en la persecución política durante toda la década. Miembros de la terrorífica Seguridad Nacional fueron linchados; otros se escondieron por largo tiempo o escaparon al exterior.
Se habló, entonces, de un espíritu del 23 de enero, cuando los dirigentes de los distintos partidos políticos, a medida que regresaban al país de su largo exilio, manifestaban solidaridad, se respiraba un aire de unidad, voluntad de transformar las instituciones, de hacer patria, en fin, todo era paz y armonía.
El 23 de enero los venezolanos celebraron la caída de Perez Jimez, y al mismo tiempo protestaban por la presencia en la Junta de Gobierno de Casanova y Romero Villate, reconocidos miembros del perejimenismo; quienes finalmente fueron obligados a renunciar y reemplazados el día 24 de enero, por dos representantes del gremio empresarial y oligárquico venezolano como son Eugenio Mendoza y Blas Lamberti.
¿Sabías que?                                                                                            
En 1956, Venezuela al mando de Marco Pérez Jiménez, se preparaba para invadir a lo que hoy conocemos como "Zona de Reclamación", lo cual es nuestro querido Esequibo hoy conocido como Guyana
Todo consistía en recuperar el territorio perdido, para levantar la moral del pueblo venezolano y evitar una inminente caída de la Dictadura, además el plan de invadir el Esequibo formaba parte de una visión geopolítica que el dictador compartía con otros militares suramericanos y que apuntaba a crear un gran canal fluvial en el subcontinente, desde el Orinoco hasta el Río de la Plata.
Pérez Jiménez armó su plan de recuperación del Esequibo varios años antes y para ello compró aviones, envió pilotos a entrenamiento, hizo construir carreteras en la selva y planificó una gran maniobra naval que liderarían los hermanos Wolfgang y Carlos Larrazábal. Sin embargo, fueron precisamente oficiales de la Aviación y la Marina los primeros en alzarse en enero de 1958, logrando la caída del Dictador y a la vez tirando al suelo el Plan del Esequibo.
Curiosidades de Marcos Pérez Jiménez y algunas opiniones de su periodo.
Una de las cosas  que si pareció tener claro este caudillo fue el sentido de progreso para el país. Su gran ventaja fue gobernar durante la edad de oro de Venezuela, lo que le permitió desarrollar el plan Concreto Armado.
El rostro del país cambió con este Gobierno. Autopistas, carreteras, hospitales, edificios, escuelas y cuarteles fueron parte de sus grandes legados, al igual que un importante plan ferrocarrilero, plantas petroquímicas, hidroeléctricas y siderúrgicas.
En muy poco tiempo Caracas se había convertido en el sueño americano de muchos extranjeros, atraídos por el embrujo de la renta petrolera.
Obras de Marcos Pérez Jiménez

La Ciudad Universitaria de Caracas, las redes hoteleras del Humboldt, Tamanaco y Hotel del Lago en Maracaibo fueron algunas de las arquitecturas que aún hoy subyacen. Con Pérez Jiménez se inició la construcción del Puente sobre el Lago.
“Fuera del ámbito estrictamente político, los venezolanos vivíamos entonces bajo un estado de derecho. Se respetaba la propiedad privada. Prevalecía la igualdad ante la ley y el ministro de Justicia -Luis Felipe Urbaneja- nominaba como jueces a los más honorables y competentes profesionales del derecho”, expresa Carlos Ball.
No es de extrañar entonces, que los abuelos de hoy suelan aludir con nostalgia que durante el perezjimenismo se podía “dormir con las puertas abiertas”, que había menos crímenes y asaltos que en la actualidad, que la educación -al contrario de hoy- no estaba politizada, como tampoco la salud ni el derecho al trabajo.
El costo que Venezuela tuvo que pagar por estos beneficios fue alto. Parece fotocopia actual, pero casi todos los periódicos fueron cerrados: “No había libertad de prensa, los periódicos tenían censores, hubo violación de los derechos humanos y de la libertad de expresión”, asegura Portillo, al tiempo que añade que “no hay peor cosa para este tipo de regímenes que la libertad de expresión, que un periodismo franco y debelador.




www.efemeridesvenezolanas.com
www.venelogia.com
www.aporrea.org
www.venezuelatuya.com
www.2001.com.ve
www.eluniversal.com
acalzonquitao.wordpress.com




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