Joaquín Esteva Parra |
Joaquín Esteva Parra (Santiago de Cuba,
Cuba, 3 de abril de 1830 - Maracaibo, Estado Zulia, Venezuela, 28 de abril de
1905). Médico catedrático venezolano, considerado uno de los pioneros de la
medicina científica en Venezuela.
Introdujo en Venezuela el tratamiento
contra el paludismo por medio de inyecciones de quinina, medicación que en su
momento evitó muchas muertes a causa de la enfermedad. Fue pionero en Venezuela
en la especialidad médica Otorrinolaringología e inició la cirugía de amígdalas
en el país. Fundó la hoy Escuela de Medicina de la Universidad del Zulia y se
le considera el fundador de la medicina experimental en el occidente de
Venezuela.
Joaquín Isidoro Esteva Parra nació en
Santiago de Cuba, el 3 de abril de 1830. Su padre era don Juan Esteva y Costas,
nacido en Blanes, Cataluña, y su madre doña Cornelia de la Parra y Osorio,
venezolana nacida en el Estado Zulia. En 1836 sus padres salieron de Cuba y se
radicaron en Venezuela, en la ciudad de Maracaibo. Esteva Parra tenía entonces
seis años de edad y es en el Estado Zulia donde crece y se educa.
Cursó sus estudios de primaria y de
bachillerato en Maracaibo. Se trasladó luego a Caracas para realizar sus
estudios de medicina en la Universidad Central de Venezuela, donde el 12 de
diciembre de 1852 obtuvo el título de médico. Comienza entonces su carrera
profesional, que dejará un legado importante en el campo de la medicina y del
desarrollo sanitario de su país.
Esteva Parra se casó en Maracaibo, el
28 de marzo de 1891, con Luisa Rafaela Jiménez Esteva, nacida en Maracaibo,
Estado Zulia. El matrimonio tuvo dos hijas, Leonor Isabel y Adela Esteva
Jiménez. El jurista venezolano Néstor Luis Pérez Luzardo, es descendiente
consanguíneo del Dr. Esteva Parra por línea materna.
Falleció el 28 de abril de 1905, en su
residencia del sector “Los Haticos” de Maracaibo. Sus restos reposan en el
“Cementerio Cuadrado” de esa ciudad.
Esteva Parra comienza su labor
profesional en 1852. Tiene entonces 22 años y sus primeras prácticas las
realiza en Caracas, al lado del doctor José María Vargas. En el año 1854
regresa a Maracaibo, ciudad donde por entonces se aplicaba con frecuencia la
medicina tradicional y no existían estudios médicos superiores. Los jóvenes que
deseaban estudiar medicina debían trasladarse a Caracas y casi ninguno podía
lograrlo. A la capital se llegaba sólo por barco y se requería de pasaporte
para entrar por el Puerto de La Guaira. De allí hasta Caracas el camino era un
interminable sendero de precipicios, fieras y asaltantes.
La situación precaria de la medicina en
el Estado Zulia indujo a Esteva Parra a iniciar un proyecto de arduo camino:
crear los estudios superiores de medicina en Maracaibo. La idea fue percibida
como una utopía por muchos personeros influyentes de la época y no contó en
consecuencia con ningún apoyo por parte del gobierno. Sin embargo, Esteva Parra
ya se había dado a conocer como médico en el Estado Zulia y ello jugó un papel
decisivo en la realización del proyecto. Había llegado de la capital
irrumpiendo las curas tradicionales y contaba con numerosa clientela. Entre
otras cosas porque había logrado eliminar el dolor de las intervenciones
quirúrgicas utilizando por primera vez en Venezuela el cloroformo. Esto había
ocurrido en Maracaibo, 1853, cuando lo utilizó como anestésico para amputar una
pierna.
Esteva Parra reunió a los jóvenes
marabinos que deseaban ser médicos y “se responsabilizó de la enorme tarea de
crear un centro de estudios” El Colegio Nacional de Maracaibo, convertido años
más tarde en Colegio Federal del Zulia y posteriormente en Universidad del
Zulia, era la única institución de educación superior en la región y, por lo
tanto, el lugar indicado para desarrollar el proyecto. Los estudios de medicina
se iniciaron allí y, el 15 de septiembre de 1854, Esteva Parra comenzó a
impartir su primer curso, encargándose de las cátedras de Anatomía, Fisiología
e Higiene. Muy pronto se unieron a colaborar con él en la enseñanza algunos
colegas médicos que lo habían apoyado desde el comienzo, entre ellos el Dr.
Ausencio María Peña y Dr. Ricardo Espinal.
Con las cátedras funcionando y los
estudios de medicina en marcha, Esteva Parra comenzó a orientar cada vez más la
enseñanza hacia la medicina experimental. En 1856 creo un Anfiteatro de
Anatomía, donde se prepararon piezas anatómicas y esqueletos para la formación
de los alumnos, muy completo en comparación con las iniciativas anteriores
realizadas en Venezuela. En el año 1858 completaría la labor creando, con sus
propios recursos, el laboratorio de la escuela de medicina para las cátedras de
Química y Farmacia. Los estudios de medicina del Estado Zulia se convirtieron
así en un núcleo de enseñanza superior completo y, en 1860, egresaría la
primera promoción de la joven casa de estudios.
A fin de traer a la Escuela de Medicina
lo más reciente en los estudios de la carrera, Esteva Parra decidió viajar a
Francia y permanecer en París algunos años. La ciudad de París era por entonces
un centro mundial de avances médicos. Los descubrimientos de Louis Pasteur en
química y microbiología y de Claude Bernard, fundador de la medicina
experimental, habían sentado las bases para el desarrollo de la medicina
científica. Francia contaba además con instituciones de prestigio, como el
Colegio de Francia y la Sorbona, cuyos laboratorios y bibliotecas de investigación
figuraban entre los mejores de Europa. Esteva Parra salió de Maracaibo rumbo al
viejo continente en el año 1859 y allí permaneció ocho años.
Al llegar a París revalidó su título y,
como médico titular, comenzó a trabajar en centros hospitalarios. En Francia
adquirió importantes conocimientos de grandes maestros de la época. En sus
estudios y en sus prácticas estuvo en estrecho contacto con Claude Bernard,
Charles Pierre Denonvilliers, Philibert Constant Sappey, Alfred Vulpian,
Joseph-Francoise Malgaigne y Jean-Martin Charcot.
Regresó a Venezuela a principios del
año 1867 y a su llegada a Maracaibo fue nombrado Rector del Colegio Nacional.
Se ocupó especialmente de renovar los estudios de medicina que trece años antes
había creado, colocándolos a la vanguardia y acordes con sus recientes
experiencias en Francia.
Merece especial mención el haber
inaugurado un departamento de Anatomía Histológica. Ésta era entonces una nueva
disciplina que Esteva Parra había aprendido en París de Charles Philippe Robin,
considerado el padre de la histología en Francia. Los ocho años de formación en
París le habían permitido elaborar una extensa recopilación de preparaciones
histológicas, archivo que donó en su totalidad al recién inaugurado
Departamento de Histología, de la ya entonces llamada primera Escuela de
Medicina del Zulia.
Su equipaje contenía un importante
material para el avance de la medicina venezolana de la época. Se trataba de
“un caudal de los más modernos instrumentos requeridos para el empleo de diversas
técnicas quirúrgicas”. “Los instrumentos aportados por el Dr. Esteva Parra
provocaron importantes reformas científicas en Venezuela", contribuyendo
en gran medida al desarrollo sanitario del país.
Trajo a Venezuela la primera jeringa,
la “Jeringuilla de Pravaz”, diseñada por el médico francés Charles Gabriel
Pravaz. La jeringa permitía administrar medicamentos a través de inyecciones
hipodérmicas, procedimiento hasta entonces desconocido en Venezuela, que incrementaba
el radio de acción en el tratamiento de las enfermedades.
La utilizó por primera vez en 1867 para
administrar sulfato de quinina en casos de graves infecciones palúdicas, en los
que era imposible administrar el medicamento por vía oral. Muchos enfermos de
paludismo en estado de gravedad no tenían esperanzas de salvarse, debido a que
el tratamiento más eficiente, la quinina, les resultaba imposible de tolerar
por vía gastrointestinal. Las inyecciones salvaron muchas vidas en el Zulia y
en todos los rincones de Venezuela, hasta donde se fue extendiendo el método
para tratar casos graves de paludismo.
Mención especial entre los instrumentos
merece igualmente el Amigdalótomo de Fahnestock. Con él practicó Esteva Parra
en 1867 en Maracaibo la primera amigdalotomía realizada en Venezuela, iniciando
con ello la cirugía de amígdalas en el país. También introdujo en Venezuela el
laringoscopio y está considerado el precursor de la especialidad de oídos,
nariz y garganta en el país.
Entre sus intervenciones pioneras en
Venezuela está el caso del Cateterismo de la Trompa de Eustaquio para el
tratamiento de catarro crónico, que practicó por primera vez en la ciudad de
Maracaibo en 1867. Igualmente la primera traqueotomía, que fue practicada por
Esteva Parra en Maracaibo en 1869.
Sus intervenciones, instrumental y
tratamientos representaron importantes innovaciones particularmente en el
Estado Zulia, donde desarrolló la mayor parte de su carrera. Esteva Parra fue
el primer cirujano en Venezuela en operar el cristalino por el "Método de
Bression", intervención que realizó en Maracaibo. También practicó en
Maracaibo la primera operación realizada en Venezuela en conductos lagrimales
por el "Método de Weber". Fue igualmente el primero en extirpar pólipos
uterinos con el "Constrictor de Chassaignac", intervención que
también realizó en Maracaibo.
Medicina |
En Terapeuta médica fue igualmente
innovador. Inició en Venezuela tratamientos desconocidos hasta entonces, como
es el caso del uso de Bromuro de Potasio, a grandes dosis, para el tratamiento
de la epilepsia y de algunas enfermedades neuropsiquiátricas. Igualmente el
Bismuto, bajo la forma de subnitrato en altas dosis, para el tratamiento de
disentería y diarreas crónicas.
Biblioteca “Joaquín Esteva Parra”: En
honor al Dr. Joaquín Esteva Parra la biblioteca de la Facultad de Medicina de
la Universidad del Zulia, inaugurada en septiembre de 1953, fue bautizada con
su nombre.
Premio “Joaquín Esteva Parra”: En honor
al Dr. Esteva Parra, el Colegio de Médicos del Estado Zulia otorga anualmente
el “Premio Joaquín Esteva Parra”, al médico más destacado de la región por sus
actividades científicas.
Busto de Joaquín Esteva Parra: El 3 de
abril de 1930, al cumplirse el centenario de su nacimiento, se develó un busto
del Dr. Esteva Parra frente al Hospital Central de Maracaibo. Años más tarde la
estatua sería trasladada al pórtico de la Escuela de Medicina de la Universidad
del Zulia, de la cual fuera su fundador.
Plaza “Joaquín Esteva Parra”: Joaquín
Esteva Parra es el nombre de la plaza construida en los jardines de la Escuela
de Medicina de La Universidad del Zulia.
Retrato: Un retrato del Dr. Esteva
Parra se encuentra expuesto en el departamento de Otorrinolaringología del
Hospital Universitario de Caracas, donde ocupa un lugar de honor por su
condición de pionero en esa especialidad médica en Venezuela.
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