La batalla de Calabozo |
La Batalla de Calabozo fue
una acción ocurrida el 12 de febrero de 1818 en la ciudad de Calabozo,
Venezuela, durante la campaña del Centro.
Tras la campaña de Guayana
Morillo había diseminado su ejército, no creyendo capaz a Bolívar de emprender
una ofensiva tan pronto.
Mientras Bolívar, tras
conseguir la sumisión del caudillo llanero José Antonio Páez. Sumaban cerca de
5.200 hombres. Páez era más partidario de atacar San Fernando de Apure
(guarnecida por 650 soldados al mando del coronel José María Quero), de hecho,
en las cercanías de la urbe se hicieron preparativos para el asedio pero en
realidad era un acto para disfrazar el verdadero objetivo de Bolívar.
El 9 de febrero los
independentistas cruzaron el río Apure en dirección a la ciudad. Enterado Morillo
se puso en marcha de inmediato. El día 10 arribo con 1.800 hombres a Calabozo
para reforzar la guarnición local (650 tropas), así el grueso de sus fuerzas se
encontraban destacadas en Calabozo, ciudad que fue fortificada con un parapeto
de tierra, cuatro reductos y una casa fuerte.
En la mañana del 12 de
febrero Bolívar dividió a sus fuerzas en varias columnas de infantería y
caballería que avanzaron unas por el camino y otras por la sabana. En el camino
las columnas entablaron combate con los realistas forzándolos a retirarse a la
ciudad ya que Morales rápidamente comprendió el riesgo que tenía de ser envuelto.
Envió su vanguardia, principalmente caballería llanera, por el camino real
mientras enviaba a la derecha a los
demás jinetes de Páez, al centro, la infantería en tres columnas de dos
batallones cada una por el centro, y su a la izquierda de caballería al mando
de José Tadeo Monagas un ataque simultáneo a las posiciones realistas. Dejó el
parque, artillería y reservas atrás del centro de su línea.
José Antonio Páez |
En esos momentos Morillo
avanzó con su Estado Mayor al frente para inspeccionar pero la vanguardia de
Páez y Arismendi los encontró y cargo contra ellos, los oficiales a caballo
peninsulares retrocedieron perseguidos por el enemigo hasta que desde una
posición oculta doscientos infantes realistas los atacaron. Era una emboscada. Tras
esto los llaneros se retiraron siendo perseguidos por el batallón Castilla pero
una vez alejados estos del grupo principal del ejército realista atacaron a los
persecutores. Los hombres del Castilla tuvieron que formar un cuadro defensivo.
En esos momentos llegó el grueso de la tropa republicana al mando de Bolívar y
de no ser por el auxilio que le prestó el batallón Unión que oportunamente vino
a salvarles hubieran sido exterminados.
Mientras esto pasaba en el
extremo derecho de la línea de batalla en izquierdo, los republicanos efectuaron
un feroz ataque forzando al rival a retirarse. Pero entonces, gracias a
refuerzos enviados por Bolívar se lanzaron sobre el enemigo en retirada. Los
realistas apenas consiguieron resistir y retirarse. Morillo entendió entonces
el riesgo que tenía se ser flanqueado y rodeado por lo que decidió retirarse.
La batalla fue
principalmente un encuentro de caballerías en las que los infantes apenas
actuaron. Morales, por ejemplo, dejo más de un millar de hombres (la mitad de
su ejército) en la ciudad de reservas.
Consecuencias
La batalla de Calabozo fue
una derrota aplastante para los realistas. Se vieron forzados a refugiarse en
la ciudad homónima mientras Bolívar le escribió una carta a Morillo
ofreciéndole el canje de prisioneros y el fin de la Guerra a Muerte el 13 de
febrero.
Simón Bolívar |
Nuestra humanidad contra
toda justicia ha suspendido muchas veces la sanguinaria guerra a muerte que los
españoles nos hacen. Por última vez ofrezco la cesación de tan horrible
calamidad y empiezo mi oferta por devolver todos los prisioneros que hemos tomado
ayer en el campo de batalla. ¡Que ese ejemplo de generosidad sea el mayor
ultraje de nuestros enemigos! Usted y toda la miserable guarnición de Calabozo
caerán bien pronto en manos de los vencedores. Yo los indulto en nombre de la
República de Venezuela, y al mismo Fernando VII perdonaría si estuviese como
Ud. reducido a Calabozo.
La carta había enrojecido de
ira a Morillo, para él Bolívar no era más que un insolente rebelde que se ponía
por encima del mismo rey y más encima hipócrita, acusando a los españoles de
iniciar la Guerra a Muerte, siendo que él había sido quien la declaro en 1813.
Era mejor morir que padecer el deshonor de ser su prisionero. Finalmente,
Morillo se retiró hasta los valles de Aragua, perseguido por Bolívar el día 14
con una columna de 1.700 a 1.800 soldados y 7.000 a 8.000 civiles para evitar
ser asediado en la ciudad. En tanto que Páez decidió con sus llaneros abandonar
la columna principal y asediar San Fernando al día siguiente de la batalla. No
sería hasta un mes después que el avance de los independentistas a Caracas
sería detenido en la Tercera Batalla de La Puerta.
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